Los pilares de la Androginia ¿Cómo funcionan en la sociedad moderna?

En la modernidad es muy difícil ver las cosas desde un punto de vista global. Casi todo el mundo ve las cosas desde un punto de vista particular o especializado. Sin embargo, todas las tendencias de este mundo confluyen en una tendencia mayor, lo que nos dice que todas esas tendencias son diferentes ramas de un mismo árbol.

¿Cuál es la tendencia que mueve este mundo?

La que lleva hacia la Androginia.

Una de las representaciones de esa androginia es el Adam Kadmon, el “humano perfecto”, hombre y mujer a la vez, o mejor dicho ni hombre ni mujer, siendo el resultado final del trabajo alquímico: el ser transmutado y la consecución de la misma Piedra Filosofal.

adam kadmon androginia
Adam Kadmon y su representación con los 10 Sephirot, por razones obvias

¿Pero cómo se llega a ese estado andrógino?

Para llegar a la androginia hace falta fusionar los opuestos, o como dirían los alquimistas disolverlos. Pues bien, ¿cuáles son esos opuestos?

Esos opuestos vienen representados en el sistema de la dualidad y en el plano material tienen una serie de dualidades fundamentales que según los practicantes de la religión alquímica se tienen que eliminar mediante la igualación. La palabra igualación adquiere aquí un significado extremadamente importante.

Los sistemas de dualidad fundamentales los podemos representar en base a pilares opuestos:

  • Economía
  • Razas
  • Géneros
  • Edad
  • Animales y plantas
  • Máquinas

Como dije al principio la mayoría de la gente es capaz de ver una de estas dualidades pero por alguna razón le cuesta ver cómo todas ellas se van trabajando al unísono, de tal manera que no se puedan conseguir plenamente mientras el resto no lo hayan hecho.

Vamos a ver estos diferentes pilares de opuestos que se resuelven, supuestamente, en la androginia:

1 Androginia económica

Esta es de la que más se habla porque el trabajo es aquello a lo que posiblemente dedicamos la mayor parte de nuestras vidas. Trabajo que puede ser de diferentes maneras: estudiando, criando a la familia y produciendo.

Esta dualidad es la que nos hace debatir entre comunismo y libre mercado. Digamos que el intento por crear un sistema andrógino más conocido, el de la Revolución rusa de 1917, fue de carácter básicamente económico. El establecimiento de la URSS tuvo como tema central la lucha de los trabajadores contra los burgueses o nobles y por tanto la solución venía por establecer una igualdad económica en lo que se suponía tenía que ser el paraíso del proletariado. Poco se tenía en cuenta por ese entonces los otros pilares de la androginia, como el de las razas, las edades o el género. Cierto es que ya había tendencias para introducir conceptos de neutralidad en el sexo, nación y familia, pero la psique del pueblo aún no había sido preparada lo suficiente para aceptar esas cosas (ver la obra “Men without Women: Masculinity and Revolution in Russian Fiction 1917-1929).

androginia revolucion rusa

Pasó el tiempo y la URSS cayó, pero eso no hizo que el ideal de la fusión de los pilares en la economía terminará para siempre. Al contrario, de manera sutil permaneció soterrado y tan fuerte como nunca, con una base creciente en Occidente, verdadero campo de batalla de la lucha esotérica.

A pesar de las apariencias está claro que el camino que requiere esta disolución de los pilares es un camino hacia la igualdad, y que el fenómeno de la economía social es algo que no para de crecer. La llegada de conceptos como el Cambio Climático y la economía verde (Green New Deal) no hacen sino confirmar lo que estaba cantado: el Estado tenderá a hacerse con más control sobre la sociedad y la economía.

Incluso los más ingenuos liberales se están dando cuenta de que el mundo va hacia un sistema de planificación económica, aunque aún aspiran a que esto se pueda cambiar si son capaces de convencer con sus ideas a las masas. Pero las masas no pueden cambiar el destino de la coagulación alquímica a la que están sometidas. El destino económico de la humanidad es hacia un sistema igualitario global. En otras palabras, un sistema económico andrógino; un sistema más cercano al comunismo puro que al capitalismo, obviamente.

2 Androginia de razas

Esta disolución es una de las más evidentes, pero por alguna razón de hipnosis, la mayor parte de los pueblos de Occidente, aquellos sobre los que da vueltas todo el tema, no se dan cuenta del todo, o por lo menos una mayoría.

androginia de razas
El resultado andrógino de mezclar las razas es el fin de la diversidad de las mismas

En este campo tenemos a muchos que se dan cuenta de lo que ocurre y que intentan concienciar al resto de sus naciones, sin mucho éxito todo hay que decirlo. Una característica común a estos es que se centran en el asunto pero son incapaces de ver las otras disoluciones en los demás pilares. O más bien, las ven pero se centran en esta, como si fuera la única importante; e importante es, pero la obsesión con la misma hace que la ceguera no sea capaz de ver otras tendencias en toda su magnitud.

Al igual que el pilar económico, este busca resolver los opuestos y alcanzar una igualdad. Esa igualdad significa la existencia de una sola raza; una raza igual. Curiosamente el ideal termina con la diversidad, uno de los emblemas usados para defender la consecución de esta androginia.

3 Androginia de género

Esta es, quizá, la más importante porque es la que es más obvia si la estudiamos desde un punto de vista religioso o espiritual. Al menos así es lo que se puede observar a la hora de estudiar los diferentes conceptos de Dios y cómo el mismo según muchas tradiciones e ideas es un ser andrógino.

El ser humano en su forma conocida no es andrógino, sino que es hombre y mujer, y por eso algunos creen que dicha forma es un estado caído, el cual no podrá resolverse hasta que el hombre y la mujer vuelvan a ser uno, y conseguir con ello el Adam Kadmon o Arquetipo de Manu.

¿Cómo se consigue esta disolución?

Esta es bastante más complicada que la de razas, para la cual basta con mezclar un ser blanco y negro. En la de los géneros no es posible cambiar un hombre a mujer o viceversa de una manera perfecta. Se puede pretender como bien se hace, con operaciones quirúrgicas y tratamientos hormonales de todo tipo, pero el resultado no es un ser andrógino en el sentido estricto de la palabra. Lo más cercano que se puede conseguir es haciendo una castración a un hombre, tras lo cual, las fuerzas sutiles femeninas parece que actúan de una manera que provocan una especie de transmutación. Aunque siguen permaneciendo problemas como la estructura ósea, por ejemplo.

Para conseguir una androginia perfecta de géneros hace falta algo más que operaciones y tratamientos. Se tiene que ir un paso más allá.

Este tipo de androginia es la que nos trae un aspecto más interesante desde el punto de vista de la ocultación. ¿Por qué digo esto? Pues porque a pesar de lo difícil que parece, es fácil ocultar a seres transexuales sin que las masas se den cuenta de lo que tienen delante. De esto deriva el fenómeno de la actuación y uno de los mayores secretos de este mundo: el hecho de que la mayoría de famosos y gente poderosa del mundo son seres transgéneros ocultos.

¿Por qué se esconderían tras esos caracteres estos seres?

¿Por qué no admitir que son humanos a los que se les ha cambiado el sexo?

Pues por la sencilla razón de que el trasfondo esotérico de la androginia requiere de que esto se lleve a cabo de esa manera; es decir, mediante la ocultación.

4 Androginia de edad

Si hay una disolución que produce repulsión es aquella que pretende igualar a los seres en cuestión de edad, y la razón de ello es obvia, pues estaríamos ante la aceptación de la pederastia como práctica común. No podría ser diferente en un mundo en el que un ser de 10 años tenga el mismo poder político que uno de 60.

Es importante entender que este tipo de androginia solo puede darse en un sistema en el que se ha abolido la democracia, o quizá, y visto de una manera más clara, donde se haya llegado a la súper-democracia, o “democracia total”, donde ya no haya límites entre la edad a votar o entre ningún ser vivo, pero eso mismo nos deja ver que estaríamos, pues, ante un sistema post-democrático. Es bien conocido que los filósofos e historiares del pasado siempre han identificado el fin de las democracias como el ascenso de la tiranía. Esta tiranía tendría que venir en forma de sistema económico (volviendo al punto 1).

Los canales de Youtube corporativos y de influencers cada vez más promueven cosas como estas como normales:

Otro aspecto insidioso de la igualdad de edad, es que ello implicaría una especie de asunción de que el menor pertenece a la comunidad, y más aún cuando esa comunidad ha abrazado la androginia como principio fundamental de la sociedad. En ese tipo de sociedad no haría falta familia, ni padre ni madre. Sería poner las bases para que fuera el Estado, la entidad andrógina por excelencia, la que se hiciera con el control de la procreación y la crianza de los entes menores neutros – por no denominarlos ya niños o niñas.

Aunque es de una manera más sutil y poco apreciable, el trabajo hacia la aceptación de esta igualdad de edades está bien avanzado y los intentos por normalizar la pederastia son cada vez más audaces. Es más, el sistema se está construyendo de tal manera que dentro de poco el oponerse a esa práctica va a ser considerada como incitación al odio (hate speech).

enaltecimiento de la pederastia
Revistas como PInk publican historias similares a esta donde se da por bueno que un hombre de 55 años saliera con un chico de 22 con 6 años de relación, cuando el último debería haber empezado con 17.

5 Androginia con animales y plantas

Este tipo de disolución requiere del avance político y social promovido por las nuevas ramas del veganismo; movimiento creado y financiado para avanzar esta agenda. De nuevo, y de manera similar al pilar anterior, el de la pederastia, esta disolución requiere de un sistema político post-democrático de carácter totalitario, para la creación del cual, la excusa del Covid 19 es perfecta.

En un sistema de adoración a la igualdad radical, los animales son vistos igual que el hombre, y por tanto el sistema ya no puede ser democrático al estilo clásico, sino inclusivo para con todos los seres de la Tierra, lo que a su vez significa que ha de ser un sistema totalitario de carácter igualitario. En ese tipo de sistema los humanos ya no podrán comer a los animales, obviamente. Por ende el veganismo y las comidas artificiales (que son dos maneras diferentes de decir lo mismo en realidad), terminará por hacerse realidad, al menos para las masas. Cuestión aparte es para los alquimistas a cargo de los trabajos esotéricos, los cuales tienen permitidos otros manjares.

El otro aspecto de la androginia animal es el sexual, y este significa la normalización total de la bestialidad como algo de lo más normal, siempre y cuando se haga “respetando” al animal.

Muchos veganistas actuales se oponen, lógicamente, al bestialismo, pero no se dan cuenta de que el camino hacia la androginia es una caída en un pozo sin fondo, una espiral que desciende y desciende hacia profundidades cada vez más increíbles. Donde hoy son defensores de la diversidad mañana son vistos como fascistas. Esto es un fenómeno similar a las feministas de antaño, que a medida que avanza la construcción del sistema van cediendo terreno al “nuetralismo” del LGTBQXXX. Obviamente, en un mundo andrógino no hay lugar para mujeres verdaderas, ya sean feministas o no.

6 Androginia de máquinas

Esta es una tendencia que va de la mano de los avances tecnológicos y de lo que parece que está marcando el futuro de la humanidad: la Inteligencia Artificial y la automatización.

Bien, solo hay que analizar unos segundos para darnos cuenta que el fundamento principal de una máquina es que se trata de un ser andrógino perfecto.

Si la humanidad quiere alcanzar el estado igualitario por excelencia, las máquinas son la herramienta perfecta para llegar a dicho estado. Esto es lo que se conoce por transhumanismo. Ese fenómeno supone de facto la eliminación de la especie humana tal y como la conocemos hasta ahora, y va más allá de todas las oposiciones anteriores, pues en una máquina los conceptos de raza, género, economía, edad o animales, no tienen sentido.

automatizacion androgina
La película I am Mother nos enseña el trasfondo de este tipo de disolución y el ascenso de la «Máquina»

Esto enlaza con el tema de la Marca de la Bestia, la cual tendrá que tener, obviamente un fuerte componente tecnológico. Una característica importante de esta es el control total de la humanidad. Ese control es necesario para la fusión de la humanidad en un sistema de máquinas donde todas converjan en “Una” o “Uno”, que también es conocido como la Mente Colmena.

Si intentamos buscar un sentido a la androginia lo primero que se nos viene a la cabeza es la ausencia de diferenciaciones, pero esa misma ausencia es lo mismo que decir una “igualdad total”. Alcanzar esa igualdad total es, por decirlo así, el objetivo esotérico de lo que ellos denominan la Gran Obra; ese momento en el que según sus mitos “la rueda deja de girar”.

¿Te queda claro el papel de las máquinas en todo esto?

Conclusión

Cualquiera que todavía tenga algo de discernimiento no tardaría en ver que todas estas confluencias están trabajando al unísono en un ataque coordinado de manera constante en el que los agentes de la androginia están construyendo su obra.

¿Cuál es el problema fundamental de esa obra?

Pues que para llegar al a misma hay que mentir constantemente.

Por supuesto, en el sistema metafísico andrógino mentir y decir la verdad no tienen importancia pues son tan solo una dualidad que se anula como todas las demás. Pero al analizarlo con un poco más de recelo nos podemos dar cuenta que eso un truco para decirnos que la mentira es buena. Después de todo si la realización del andrógino perfecto es algo bueno, ¿Por qué la necesidad de mentir?

“Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño” Salmos 34:13