Rusia y la Geopolítica del Flat Tax

Es más que curioso ver cómo se desarrolla la geopolítica mundial y las diferentes alianzas que surgen entre regiones de lo más dispares.

Hoy en día no se difiere mucho de las divisiones de antaño, pero a diferencia de la gran división que había hace treinta años, hay unas alianzas de lo más curiosas.

En la época de la Guerra Fría la división estaba clara: democracia capitalista por un lado y comunismo estatalista por otro. O eras comunista o eras demócrata. No había sitio para mucho ya, casos de la España de Franco aparte.

Parecía haber un antagonismo radical de visión del mundo y la vida, pero la realidad era muy distinta. Ambos sistemas eran y son primos hermanos ideológicos.

La división tenía un fondo más geoestratégico que otra cosa. La visión ideológica subyacente a ambos sistemas era la misma: la defensa de la uniformidad y el materialismo.

Unos intentaban llegar a ese ideal por la vía corta, los comunistas, y otros, los demócratas, se conformaron por la vía a largo plazo.

 

 

Muchos demócratas piensan que la democracia es el fin de la historia pero se equivocan. Harían bien en leer a Marx, que aunque equivocado en otras cuestiones, estaba acertado en lo esencial.

Democracia y totalitarismo

El camino de la democracia es el totalitarismo.

Hoy en día las alianzas tienen un carácter claramente geopolítico.

Es en verdad grotesco ver como los Estados Unidos apoyan la revolución en Siria por ser un movimiento supuestamente a favor de la democratización del país, a pesar de ser una revolución wahabista y apoyada por Al Qaeda.

Resulta que el enemigo más feroz y odiado por los estadounidenses resulta ser ahora un aliado y un luchador por la libertad. Pero en realidad, todos saben que el apoyo americano poco tiene que ver con la democracia y mucho que ver con su ansia de doblegar a su gran rival geopolítico en Eurasia: Rusia.

Lo mismo se puede decir de la situación en Ucrania, donde los estadounidenses apoyan la revolución y el golpe de estado perpetrado por las fuerzas nacionalistas ucranianas contra el anterior gobierno democrático pro ruso.

El establecimiento de un gobierno con fuerte carácter nacionalsocialista en Ucrania con el partido Svovoda es aceptable si con ello se torpedea las relaciones de Ucrania con Rusia y más importante aún, y que es el sueño de los americanos: la destrucción completa de las relaciones entre Rusia y la UE, dejando la frontera del telón de acero más cada vez más lejos, en territorio cada vez más asiático.

Los EEUU actúan de manera descarada en contra de sus enemigos geopolíticos y no dudan de emplear todos los medios políticos, económicos y militares a su disposición, incluido unirse a partidos fascistas europeos y musulmanes.

Los medios de comunicación, en manos de las multinacionales apéndices del Estado americano, ponen la guinda, y mantienen a sus masas embelesadas en un eterno bombardeo de propaganda.

El gran imperialismo americano está poniendo toda la carne en el asador. Tiene que conseguir expandir su dominio del mundo lo máximo posible antes de que se le acabe la inercia y la gasolina. Antes de que colapse la democracia: el sistema que verdaderamente representan.

Flat Tax y el crecimiento económico ruso

El abandono de Rusia del modelo soviético trajo no pocas turbulencias económicas y sociales en las antiguas repúblicas comunistas.

Parecía que el gigante ruso iba a ser fácil pasto de las alimañas una vez caído el telón.

En los primeros años tuvo un comportamiento económico desastroso, pero desde el 2000, con Putin firmemente en el poder, el país ha tenido un boom económico impresionante. Y una de las claves de ello ha sido el Flat Tax del 13% que tiene el país desde esa fecha, que ha hecho de su sistema impositivo, uno de los menos complejos y más dinámicos del mundo.

No es de extrañar el crecimiento espectacular de la economía en los últimos 13 años.

No hay nada mejor para levantar a un país muerto que el disminuir los impuestos y reducir la regulación estatal.

Por eso el país puede permitirse poco a poco, recuperar el orgullo pasado y enfrentarse al imperio americano en el terreno económico.

Hoy los centros económicos de Moscú y San Petesburgo están en plena ebullición y sus parques empresariales en continuo crecimiento.

Poner impuestos del 75% a los ricos son cosas que solo se pueden permitir países en plena desintegración social, como Francia. Su PIB no tardará en ser pasado por el de Rusia y en breve dejado atrás. Y más cuando colapse por completo el estado francés.

Esto lo complementan los rusos con un autoritarismo democrático en lo que saben, es la única alternativa que tienen de aguantar a medio plazo el arma más fuerte de sus rivales: el arma ideológica.

Esta arma ideológica viene disfrazada, como no, de democracia, y los americanos lo saben bien, al igual que Putin. Si el semi dictador ruso deja que su país se vuelva totalmente liberal no tardaría mucho en producirse la segunda desintegración del Estado, después de la de la URSS. Y Rusia perdería, en innumerables procesos democráticos independentistas, buena parte de sus regiones. Se habría conseguido así el sueño de los americanos, y esa es su estrategia a medio plazo también. Nunca abandonan ese objetivo.

Por eso Rusia sabe que el camino que tiene que escoger es el de una especie de dictadura aparentemente democrática si quiere seguir conservando su integridad territorial por un tiempo, y por eso, y ante la constante presión del imperialismo americano, también tiene que tomar la ofensiva, sobre todo cuando ya le están tocando las puertas de su casa, como en Ucrania.

Nacionalismo en Rusia

La mejor estructura que puede acometer Rusia es, curiosamente la de una especie de nacional bolchevismo (al estilo Dugin) donde se deje un amplio margen a la actividad privada pero con un férreo control del Estado sobre los sectores estratégicos y sobre el manejo de las cuestiones “morales” del país. Esto, si bien no servirá para el largo plazo debido al carácter auto destructor del socialismo, sí que puede servir para el corto y el medio plazo; o por lo menos hasta que se produzca la desintegración de su gran enemigo. Pero no se sabe qué ocurrirá primero, si su propia desintegración o la de los EEUU. No hay nada claro aún.

La cuestión económica y geopolítica es central igualmente.

Dos de los principales aliados de Rusia en el mundo son Venezuela y Cuba, pero estos lo son más en base a su odio por los EEUU que en base al parecido de sus sistemas económicos con el ruso actual.

En el fondo son sistemas económicos no demasiado diferentes.

Ambos son sistemas bastante estatalizados, con bastante corrupción y con muchas materias primas.

Sin embargo, en el caso venezolano por ejemplo, la dirección tomada por los líderes bolivarianos es contraria a la tomada por Putin.

Mientras el régimen ruso impulsa su propio sector empresarial privado mediante un sistema impositivo amistoso, el régimen venezolano intenta ir por el camino del sistema soviético e implantar un sistema de medios públicos de producción casi total. En cuyo caso los EEUU están encantados, pues un país que se encamine en esa dirección se vuelve un cliente y un mequetrefe. Y Venezuela no es la Unión Soviética, e intentar implantar un modelo soviético es seguirle el juego a los EEUU.

Transición económica China

Para hacer frente a los EEUU hay que ser económicamente fuerte, como China. China realizó la transición similar a la que hizo Rusia en el 2000, dando una apertura notable a la propiedad privada y viendo con ello como el PIB de su país se multiplicó de manera exponencial en un par de décadas.

Esa es la única manera de poder hacer frente a los americanos. Con una economía más grande que la suya, y que por tanto pueda permitirse gastar un presupuesto de defensa superior al yanqui.

Ese es el verdadero miedo de los EEUU.

Mientras China era comunista cerrada, la máxima preocupación por el Estado chino era la de poner un plato de comida a su población, y no siempre era eficiente en eso.

Con la apertura y la adopción de un sistema mixto y mucho más favorable a la inversión privada están viendo que en cuestión de pocos años más, van a tener un presupuesto público del tamaño del americano. Lo que será un acontecimiento histórico sin duda.

Los americanos estarían encantados de que los chinos vuelvan a adoptar el comunismo radical y se vuelvan a encerrar en la pobreza, pero parece que de momento ese no es el caso.

No sé qué planes tendrán los americanos para China, pero desde luego no serán nada buenos.

No obstante, en el caso de China se enfrentan a un muro muy grande, mucho mayor que el de Rusia.

Se enfrentan contra un coloso de mil millones de chinos bien organizados. Aunque China no es la panacea interna tampoco.

Los americanos intentarán hacerla desestabilizar con conflictos internos y externos. De momento es el único país del mundo que se atreve a hacer eso en todos los rincones del mundo. Y van predicando de país modelo. Lo más patético es que la mayoría de la gente se lo cree.

Lo más curioso del asunto es que los países supuestamente más autoritarios, son los que han estado dando más pasos para liberalizar sus economías y volverlas competitivas y el país más liberal está en una carrera frenética por acelerar la estatalización de su economía; y esa será su espada de Damocles.

Al mismo tiempo, el país más democrático y modelo del mundo es aquel que muestra una política más agresiva, pues no paran de intervenir de manera directa o indirecta en todos los rincones del mundo con la excusa de ser los defensores de la democracia.

Así tienen tropas en prácticamente todos los países del mundo.

¿Quién es el agresivo aquí? ¿La totalitaria China o los democráticos EEUU? ¿En cuántos países hay tropas rusas y chinas y en cuántos americanas?

Los americanos y sus aliados dirán, bueno pero es que nosotros estamos para defender la libertad. Sí ya.

Se les olvida decir, que para defender la libertad de sus multinacionales para negociar con los corruptos políticos locales. Aunque en este caso no son las multinacionales las últimas culpables y sí los líderes de esos países “democráticos” que venden a sus padres por un par de millones en una cuenta de las Cayman.

En España, la gente está convencida que el país se liberaliza cada vez más, pero la realidad es otra.

Se nos presenta una situación de recortes públicos masivos y cada vez más mercado, pero justo lo contrario es la realidad.

Es el marketing inverso, que funciona hoy en todas las esferas de la sociedad. Se defiende algo que es justo lo contrario que aparenta.

Ni los Estados Unidos son los defensores de la libertad en el mundo, ni en España hay más mercado y más recortes. Lo contrario es la verdad. Los Estados Unidos son el mayor exponente en la construcción del Nuevo Orden Mundial totalitario disfrazado de democracia, y España se está adentrando a pasos agigantados en un sistema totalitario. ¿Y los recortes? Solo existen en el corazón de las gentes.

El gasto del Estado es mayor ahora que en 2007, y en cinco años lo será mucho mayor que ahora, aunque no en término absolutos, que será mucho menor, sino en relativos.

Entonces mucha gente en España verá de verdad, en qué consiste la austeridad.