Curar con la dieta de Matt Stone

“Si no estás confundido sobre salud y nutrición, entonces es que no has estudiado lo suficiente”   -Matt Stone

Matt Stone es un escritor e investigador estadounidense que se ha dedicado los últimos diez años al estudio de la salud y el bienestar físico por su cuenta.

Es el impulsor de la web 180degreehealth.com en la cual estuvo publicando artículos durante varios años de manera abierta hasta que hace poco decidió crear un acceso restringido vía suscripción.

La pena es que ya no se puede acceder a sus antiguos artículos, salvo que se le pregunte específicamente por alguno. Una lástima, pues había mucha y muy buena información.

No obstante el resumen de su trabajo se encuentra en sus numerosos libros, sobre todo en: Eat for Heat, y Diet Recovery.

Sus estudios son, al parecer, una titulación universitaria como escritor (no sabía que esto existiera en los EEUU).

Es un tipo bastante curioso, ya que no tiene titulación específica en el sector, lo cual hará llevarse las manos a la cabeza a más de uno. A mí es algo que hace tiempo dejó de afectarme.

Stone es un escritor bastante peculiar, con un estilo directo y a veces hilarante.

Lo bueno es que su estilo es de fácil acceso para el público. Sus detractores le achacan esto mismo: que su estilo es bastante chabacano y que recurre a la burla con facilidad. Además muchos académicos, como no, le critican por no ser médico, químico o biólogo por ejemplo.

A mí, estas críticas de autoridad no me afectan. Y sobre el estilo, si no eres susceptible no tendrás ningún problema.

Trabajo de Matt Stone

¿Cómo llegué a conocer su trabajo? Pues como muchas cosas en la vida, fue de casualidad leyendo el blog de Danny Roddy, al que dedicaré una entrada en el futuro próximo.

El artículo se titula “I used to think Matt Stone was a douche, I was wrong”; lo que vendría a ser: solía pensar que Matt Stone era un idiota, pero estaba equivocado.

En un post dedicado a Matt Stone después de haber empezado su dieta de recuperación ,Roddy dijo algo así: “A lo mejor me voy a comer mis palabras con el tiempo, pero no puedo negar los resultados positivos que he experimentado. Mi pequeño entendimiento de cómo funciona el cuerpo continua.

Mi año de vegetarianismo, mi año de paleo, y mis dos años de dieta carnívora me enseñaron un montón. Siendo honesto, no tengo ni idea de dónde voy a terminar”.

Stone, antes de llegar a las conclusiones que ha llegado, (al menos las que tiene en el momento en que escribo esto) experimentó en sus carnes diferentes tipos de dieta, incluyendo si no recuerdo mal el vegetarianismo y la dieta paleo.

Recordar que en los EEUU el tema de las dietas está bastante más avanzado que en el mundo hispano en general y que términos como la dieta paleo son bastante conocidos, cuando aquí en España poca gente sabe del tema.

Al parecer cuando estuvo siguiendo los principios de la dieta paleo tuvo un resultado inicial bastante bueno, incluyendo bajada de peso, mayor energía, mejor libido, menos ansiedad, etcétera.

Lamentablemente (como en el caso de Danny Roddy, el de muchos otros y el mío también), con el tiempo todos estos efectos positivos iniciales se fueron evaporando como el agua en una cazuela hirviendo. Hasta llegar al punto que se encontraba bastante peor que cuando había empezado.

¿Pero cómo era ello posible si los principios que siguen la dieta paleo parecen sacados del mejor sentido común y además están (supuestamente) respaldados por datos científicos y por muchos adherentes a los que les van (supuestamente) bien?

Pues cuando algo no sirve, hay que cambiarlo. Y eso es lo que hizo este hombre.

Dieta paleo y falta de energía

Uno de los puntos que se hicieron notar en este experimento fue que llegó un momento que la baja energía que tenía iba siempre acompañada de un frío interno y que era palpable en manos y pies.

Tener una temperatura por las mañanas de 35º y sentirse como una piltrafa es algo que nos debería hacer tomar conciencia de que algo no va bien. Otros muchos piensan que ese es el estado óptimo de salud y lo aceptan. Si son felices así yo la verdad me alegro.

Pero; ¿cómo es posible tener tan poca energía siguiendo una dieta tan “sana” compuesta de ensaladas, verduras, frutos secos y algo de carne?

Parece mentira, pero puede ser que una dieta así no sea conveniente para todo el mundo. Ni siquiera para muchos. Quizá sólo para pocos.

La temperatura y el metabolismo

Después de muchas vueltas, Matt Stone llegó a la conclusión que la temperatura corporal es el mejor indicador de cuál es el estado hormonal de cada persona. Que el metabolismo es la suma total de todos los procesos hormonales y metabólicos dentro del cuerpo y no la simple quema de calorías o el consumo de oxígeno.

En otras palabras: si estás frío, mala señal; si estás caliente, buena señal.

Estar frío es para hibernar y estar caliente para actuar.

¿Tú qué quieres? ¿Hibernar o actuar?

La dieta anti dieta

En los Estados Unidos, la cantidad de gente que sigue dietas es casi proporcional a la de gente que come comida basura. Es una sociedad donde se dan los dos extremos de manera muy fuerte. En Europa también hay gran número de seguidores de todo tipo de dietas; pero, y sobre todo en la Europa del sur, todavía hay un predominio de dieta mediterránea. Y ésta es, por decirlo de alguna manera, más familiar y no tan perniciosa como la dieta de la comida basura.

En dicho caldo de cultivo el número de gurús de la alimentación crece como la espuma y millones de personas se adhieren a diferentes estilos de alimentación como: vegetarianismo, low-carb o paleo, dieta de frutas, y otras variantes raras.

Al parecer, según la experiencia de Matt Stone, el número de gente que luego de empezar con esas dietas tiene problemas severos de salud es cada vez mayor; y en cualquier caso el estado de salud suele, por término medio, empeorar con respecto al principio.

Así que el hombre se convirtió en un cruzado anti dietas, lo cual le ha llevado a innumerables feudos con los diferentes proponentes de esas dietas en los EEUU. Y una de sus conclusiones principales es que comer de manera normal, tal y como te dicta el cuerpo, es mejor que hacer ninguna de estas dietas.

Por ejemplo, si el cuerpo te pide dulce, come algo dulce. Si el cuerpo te pide salado, come algo salado.

En definitiva, que más vale llevarse por las señales de nuestro organismo y que este es sabio.

Uno de sus lemas es: si te encuentras bien no cambies tu manera de comer.

Esto puede parecer simplista, y lo es, pero..

¿Son los carbohidratos el problema?

Stone sostiene que no. Y da muchos ejemplos claros de ello.

En el mundo hay al menos cinco mil millones de personas delgadas y el 99% de estas comen una dieta alta en carbohidratos.

Pensemos en los chinos o en los hindús y las cantidades enormes de arroz que consumen.

La proporción de proteína y grasa en sus dietas no es muy elevada que digamos. La resistencia a la insulina y los casos de diabetes no parecen ser muy altos en esos países si lo comparamos con los EEUU y Europa.

Tribus de zulús, Pueblo Pima*, Kitavans (Papúa Guinea), tribus en Uganda y otros sitios tienen una dieta al menos del 70% en carbohidratos, no tienen diabetes y sus niveles de azúcar en sangre son bajos. Sin embargo cuando estas personas son expuestas a la dieta occidental, sus niveles de diabetes, resistencia a la insulina, problemas del corazón,  y obesidad, entre otros, aparecen con suma facilidad.

Otros ejemplos de mención son los masai, que viven con una dieta consistente en cantidades masivas de mantequilla y leche entera, siendo las grasas el 60% del aporte calórico de su dieta.

¿Y cuál es el resultado? ¿Tienen colesterol?

El resultado es que ni tienen colesterol ni problemas cardiovasculares más allá de algún caso aislado.

El resultado al que llegó Stone fue el mismo al que llegó Ray Peat; aunque hay que decir que el primero estudió al segundo y por tanto es posible que el conocimiento le venga de él. Éste no es otro que el mayor culpable del deplorable estado de salud de Occidente son las grasas poliinsaturadas. Éstas son la principal razón de que el metabolismo global se esté yendo al garete y con ello, nuestra salud, vitalidad y buen estado físico.

Su consejo viene a ser algo así: como de todo menos grasas poliinsaturadas.

El colesterol y Matt Stone

Su pensamiento sobre el colesterol también es peculiar.

Según él, el colesterol es el precursor de la formación de muchas de nuestras hormonas como DHEA, testosterona, progesterona, pregnenolona, etcétera; y lo que controla la conversión del colesterol en esas hormonas es la bendita tiroides.

Si ésta no va bien el colesterol LDL se acumula y estamos jodidos.

De hecho, al parecer, el test de colesterol solía ser usado para diagnosticar el hipotiroidismo.

Entonces el problema no es la mantequilla.

Cómo los masai; comiendo toneladas de mantequilla al día no tienen el más mínimo problema de colesterol, y al pasarse a la dieta occidental tienen niveles de colesterol explosivo.

Sin embargo, la propaganda, las administraciones públicas y las empresas alimentarias no dejan de promover las grasas insaturadas y demonizar las saturadas.

Cualquiera diría que detrás de esto hay algún plan.

Cómo si la intención fuera la de amansar a las masas mediante la destrucción de la tiroides, en lugar de tener una población algo más energética si la tiroides estuviera bien.

Hacen falta masas dóciles para que se pueda instaurar el Nuevo Orden Mundial.

Esto no es solo casualidad.

Las dietas dañinas

Si hasta aquí no te habías dado cuenta te lo digo otra vez. Su opinión de la moda de las dietas actuales no es muy favorable. Entre otras cosas Stone piensa que:

  • Las dietas disminuyen el ritmo al cual tu cuerpo quema calorías.
  • Hacen que tu cuerpo digiera las comidas más rápido y así tengas hambre antes.
  • Causan que tengas más ganas de comer comidas altas en grasas.
  • Incrementan tu apetito
  • Reducen tus niveles de energía.
  • Reducen tu temperatura corporal de manera que usas menos energía y por tanto estás frío.
  • Reducen tu habilidad de estar hambriento y lleno, creando confusión entre hambre y necesidades emocionales.
  • Reducen la cantidad de masa muscular.

No hace falta decir mucho más. Su filosofía es un poco anti intuitiva pero no es difícil de entender si se estudia bien.

Su dieta anti dieta se llama RRARF, que vendría a ser algo así como: Programa de rehabilitación, descanso, y comer de forma agresiva.

Esta es la dieta que recomienda a los que vienen de probar alguna de las dietas de moda y han fallado en el intento. Y por increíble que parezca el tipo nos pide que durante cosa de unas semanas o un mes comamos a más no poder y descansemos y durmamos todo lo posible. Todo esto tomando un mes de vacaciones y sin hacer ejercicio extenuante.

Come, duerme, come, duerme y no bebas demasiados líquidos (esto lo tocaremos en el futuro). Y disminuir el estrés al máximo.

Sus alimentos preferidos para ello son:

  • Grasas saturadas. Sobre todo en lácteos y coco.
  • Carbohidratos refinados como las patatas, verduras, granos, arroz, legumbres.
  • Azúcares simples.
  • Comidas altas en calorías.
  • Comidas bajas en grasas poliinsaturadas.
  • Altas en proteínas, pero no demasiado altas.
  • Altas en sal. Esto le causará más de un ataque al corazón a algunos.

Stone tiene opiniones contrarias en casi cualquier campo de la salud actual. Quizá por esto me caiga tan bien. Somos inconformistas y buscadores de la verdad (la nuestra al menos) por naturaleza.

Para funcionar como un miembro pleno de esta sociedad no hay que dejar de comer carbohidratos ni comidas densas en calorías. En lo que hay que centrarse es en mantener el mejor y más resistente estado metabólico.

En otras palabras: hay que mantenerse caliente y cuidar la tiroides.

Para ello no hay más que evitar las grasas poliinsaturadas y no beber excesivos líquidos. No estresarse por comer de vez en cuando una buena comida de navidad en familia y dejarse llevar por lo que pide el cuerpo (sin caer en la trampa de las adicciones que se producen cuando nuestro metabolismo está por los suelos).

En resumen, como bien dice Stone: “En general, lo que haces habitualmente lo es todo. Lo que haces ocasionalmente es irrelevante”. No te estreses 😉

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